Cajón.

Tu nombre escrito en un pequeño papel, doblado y en un cajón. Allí con todos nuestros recuerdos muertos y mil papeles iguales, pero con diferentes palabras. Fotos rotas y otras bien guardadas. Unas en blanco y negro y otras con color guardando bien ese recuerdo. Cartas escritas y hojas en blanco esperando ser escritas. Recuerdos recientes y otros lejanos. El primer beso y el último. La primera sonrisa pero no la última. Todas y cada una de tus miradas, hasta la más sincera de todas. Tu nombre guardado en lo más hondo de ese cajón.

Miento.

Miento si digo que ya no te quiero. Miento si digo que ya no te sueño. Miento si digo que ya no te pienso. Miento si mi corazón ya no late por ti. Miento si no eres el causante de mi sonrisa. Miento solo por ti.

Necesito.

Necesito que me digas que no te vas a ir, que no te voy a perder. Si te marchas te llevas mi alma pegada a ti. Mira que te entiendo si te tienes que ir, pero no me dejes sola en este enorme mar. A tu lado quiero construir sueños, sueños para cumplir y si te marchas todo esto desaparecerá. Solo tú sabes que para ti fui creada. En esta vida quiero ser lo mejor de tu vida. Por eso no te marches ahora. Te necesito como el aire para respirar.

Mientes.

Y tú me mientes en cada palabra que sale de tu boca. Me mientes cuando me miras y me sonríes. Cuando me dices "te quiero" a todas horas. Me mientes hasta en cada letra de tu nombre. No me mientas más. Por que a este juego solo vas a jugar tú.

Miedo.

Tengo miedo. Miedo de que mañanas ya no te acuerdes de mi. Miedo de que no tengas nuestros recuerdos más. Tengo miedo. Mucho miedo. Miedo de que tus labios sean de otra y tu corazón deje de ser mío. Miedo de que un día no sea tu motivo de sonreír y que tu felicidad dependa de otra. Miedo. Tengo miedo de perderte más de lo que te he perdido.

Lejos.

Lejos. Donde quieras que estés. Lejos todos dicen. No sé donde, nadie lo sabe. Te escribo y te vuelvo a escribir. Día tras día. Pero, ¿dónde tengo que enviar todas las cartas escritas?  Espero una respuesta. Lejos o cerca puedes estar. Yo ya no sé que llegar a creer. 

Me imagino que estas a mi lado, pero no estas. Me imagino que vas a volver. La esperanza nunca se pierde. Te fuiste. Tantas cosas que decirte, tantas cosas que no llegue a contarte por miedo a tu reacción y ahora me arrepiento como tonta que fui. Me queda el recuerdo del brillo de tus ojos, la magia de tu sonrisa. Imaginar el calor de tus brazos a mi alrededor. Me quedan las fotos que solo hablan de recuerdos para poder creer que volverás. Recuerdo esa primera vez que te vi. Ese instante marcado en mi corazón. Esa ventana, esas primeras palabras. El cielo estrellado. Todo tan perfecto. ¿Por qué tubo que acabar? ¿Por qué  no estas para seguir con eso? ¿Por qué? 

Cierro los ojos y me imagino que vuelves. Cierro los ojos y vuelvo al pasado. Cuando tu seguías a mi lado, cuando me decías que nunca te ibas a marchar y ahora ya no estas. Aprieto bien los ojos para pensarte bien fuerte, para que se llegue hacer realidad todos mis sueños. Y de repente estallo. Lagrimas recorren mi rostro sin piedad. Nacen en mi corazón para morir en un pañuelo. Estallo de rabia, de sufrimiento. Estallo por echarte de menos sin compasión. Lloro durante horas. Larga noche sin dormir. 

No me puedo llegar a imaginar volver a estar sin ti. Formaste parte de mi durante una etapa de mi vida y no sé continuar sin que estés a mi lado. Algún día tendré que sonreír por haberte perdido. 

Buscamos.

Siempre buscamos un príncipe que nos haga feliz. Buscamos enamorarnos de alguien perfecto. Caemos una y otra vez. Siempre dependemos de alguien para ser feliz. Buscamos eso llamado felicidad en alguien. Pero la verdad que la felicidad no esta en alguien, sino en nosotros mismos. Buscamos a alguien que al llegar a casa nos llame y estar horas y horas hablando de nada. Buscamos a alguien que al marcharnos nos venga detrás para decirnos que no puede estar sin ti. Buscamos a alguien que cuando sale con sus amigos les deje bien claro que nos quiere como a ninguna. Buscamos enamorarnos de alguien que nos envié mensajes que pongan "Buenas noches princesa, la cama esta vacía sin ti. Te echo de menos. Que duermas bien amor. Te quiero." Que se cuele por la ventana de nuestra habitación para despertarte y traerte el desayuno en la cama. Pero sobretodo buscamos a alguien que nos cuide como no nadie, nos cure todas las heridas que alguien un día hizo.. Pero la verdad que la felicidad no esta en alguien, sino en nosotros mismos.

Lloro.

Lloro por tu ausencia. Lloro por no tenerte más aquí. Lloro por tener que caminar sin ti. Lloro por tener que seguir día a día sin poder tenerte ni un ratito más. Lloro por ti. Lloro por tener que buscar otros ojos en los que refugiarme, otros labios que besar. Lloro porque otros brazos me tienes que dar ese calor que tú me dabas. Lloro por tener que dejar entrar a otra persona en mi corazón. Lloro por que te has ido y no volverás. Lloro por no tenerte.

Despacito.

Despacito y en el oído yo te digo todo lo que te quiero. Despacito y en el oído te digo todo lo que queda por recorrer juntos, unidos. Despacito te cojo de la mano y te digo que nunca te dejaré ir. Despacito caminamos, despacito soñamos, despacito nos besamos. Despacito y en oído, despacito y bajito te digo que todo ira bien. Despacito para que llegue a tu sonrisa y lo entiendas bien. Despacito, todo despacito que tenemos toda la vida para hacerlo todo bien. Sin prisas, sin correr. Despacito todo sale bien. Despacito y a tu lado. Despacito y para siempre.